En 2013, cuando don Gerardo trabajaba y su esposa se ocupaba de las tareas de la casa, su hijo Juan Macolas Sazo de 13 años salió de la escuela, junto a unos amigos decidieron jugar subiéndose a los árboles, Juan resbaló cayendo de uno de ellos. Aún llegó caminando a casa, la última vez que lo hizo.