Una mujer con discapacidad puede llegar a enfrentar al mismo tiempo 3 tipos de discriminación, la primera por el simple hecho de ser mujer, la segunda por la discapacidad y la tercera por su raza; y a todas las demás vicisitudes se suma ahora la pandemia de Covid-19.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, las personas con discapacidad son las más vulnerables ante la pandemia, mujeres en especial, esto debido a una serie de factores, por ejemplo las barreras arquitectónicas que los hacen depender de otras personas para librarlas, barreras que igual les impiden acceder a los servicios de salud. Así mismo, para las persona con discapacidad es difícil el distanciamiento social, las medidas higiénicas y el trato diferente al momento de ser atendidas por los servicios médicos.
En el caso de las mujeres usuarias de silla de ruedas, estas son de alto riesgo al momento de contraer el Covid-19, esto debido a la forma en el que el cuerpo combate las infecciones respiratorias; ellas también dependen del cuidado e higiene que tengan sus cuidadores, por lo que muchas veces no está en sus manos la posibilidad de infectarse.
Efectos de la pandemia en la mujer productiva con discapacidad
Pero más allá de lo primordial que es la salud, la economía se ha visto muy afectada en el sector de mujeres con discapacidad, quienes logrando vencer muchas vicisitudes lograron emplearse, enfrentan hoy problemas económicos y la posibilidad de perder todo lo logrado.
La señorita Yojana Chávez trabajaba en una entidad estatal, pero el actual gobierno decidió no renovar a los trabajadores bajo el reglón 029, esto casualmente al inició de la pandemia Covid-19, ahora ella se enfrenta nuevamente a sortear las dificultades que el mercado laboral tiene para personas usuarias de silla de ruedas, en estos momentos con una tasa de desempleo en alza desmesurada para toda condición.
A la pregunta sobre que ha sido lo más difícil que ha enfrentado como mujer con discapacidad, ella nos dice: “No sé si como mujer, pero como persona con discapacidad lo más difícil fue quedarme sin empleo, en nuestra condición es muy difícil encontrar trabajo.”
Para la señorita Ana Meoño la emergencia le afectó grandemente ya que ella labora desde casa para una empresa de artesanías que venden a turistas. “A mí me afectó mucho el trabajo, porque percibía ingresos económicos, pero ahora no hay turismo, por lo que no tengo dinero para comprar…”
Para la señorita Yoselin Hernández, quien vende bisutería en línea, la pandemia dejó sus ventas en cero, mientras nos dice: “En lo que realmente me afectó es en la autonomía que había logrado, pues he vuelto a sentirme vulnerable y dependiente de otra persona”. Yoselin sobrelleva el saber que alguien cercano a su familia es positivo a Covid-19, situación que le causa ansiedad, afectándole psicológicamente
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Medidas en el hogar
Ana nos relata que en su casa se implementaron rutinas higiénicas, como desinfectar los zapatos antes de entrar, y quienes ingresen deben tomar un baño y lavar su ropa, mientras se desinfectan las compras que se lleven a casa. Yojana dice que las medidas son bastante similares a las de su residencia, y Yoselin comenta que solo sus 2 padres salen de casa por lo estrictamente necesario.
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Fe y actitud
Las entrevistadas coincidieron en que mantener la mente ocupada en un factor importante para combatir la ansiedad que causa la situación
Yojana nos cuenta que ella tiene una rutina de ejercicios, juega con sus sobrinos, escucha música y hace labores domésticas. Yoselin refiere que trata de escribir en su perfil de ventas y de igual forma hace tareas en el hogar. Todas las entrevistadas refirieron su fe como un factor fundamental para seguir adelante, esto asistiendo a sus servicios religiosos en línea u orando.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los países no incluyeron la discapacidad en su respuesta al control de la pandemia. Ello dejó a las personas con discapacidad expuestas correr en mayor grado tres riesgos con consecuencias devastadoras: el riesgo de contraer la COVID-19, de cursar la enfermedad con síntomas graves o de morir por su causa, además de tener peor salud durante la pandemia y después, estuvieran o no infectados por la COVID-19.
En la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad se reconoce que las mujeres y las niñas con discapacidad suelen estar expuestas a un riesgo mayor, dentro y fuera del hogar, de violencia, lesiones o abuso, abandono o trato negligente, malos tratos o explotación.
El futuro
Las entrevistadas, como la mayoría de mujeres con discapacidad prometen no rendirse en busca de un mejor futuro para ellas y sus familias, aunque cada vez la situación es más difícil.
En la organización ASODISPRO pensamos que se debe garantizar a las mujeres con discapacidad un acceso equitativo a los servicios de salud; así como se deben implementar políticas públicas de empleo que tengan presente la igualdad de las mujeres por razón de género y de discapacidad.
Redacción:
Ana González
Edición/diseño:
Byron Pernilla
ASODISPRO
Personas Productivas con Discapacidad
Guatemala C. A.