Stefano de 30 años, residente en Bresia, Italia, con parálisis cerebral espástica, era un radioaficionado que compartía al aire sus pensamientos sobre la discapacidad. A varios de kilómetros en Turin, Ilaría, una chica estudiante de psicología con la misma discapacidad, escuchaba las palabras de Stefano y se conmovía pues imaginaba que ella era quien hablaba, era lo diría si tuviera la oportunidad.