Hablar de sexo en los países latinoamericanos es complicado, la cultura conservadora de los pueblos ha sido un factor determinante para la forma en que se encara le sexualidad. Si lo anterior se aplica a una persona “normal”, entonces ya se puede suponer lo que significa hablar explícitamente sobre este tema a una persona con discapacidad.
La sexualidad es inherente al ser humano, y debe ser tratado en el conjunto de sus necesidades esenciales. Una persona con discapacidad no es asexual, aunque su discapacidad hace que perciba de manera diferente su sexualidad.
PERSONAS CON NECESIDADES FÍSICAS ESPECIFICAS, tienen el:
- Derecho a recibir información sobre sexualidad.
- Derecho a recibir educación sexual.
- Derecho a expresarse sexualmente.
- Derecho a la maternidad/paternidad
- Derecho a tener acceso a servicios de ayuda.
Y también:
- Derecho a ser tratados como seres sexuados.
- Derecho a recibir información sobre los efectos adversos sobre la sexualidad de los medicamentos.
- Derecho a tener privacidad e intimidad.
- Derecho a formar parejas.
- Derecho a relacionarse con otras personas
- Derecho a la maternidad
No existen dos tipos de sexualidad, dependiendo si se tiene o no discapacidad, existen tantos tipos de sexualidades como personas. Todos somos iguales y al mismo tiempo diferentes. Iguales porque tenemos los mismos derechos y necesidades, diferentes porque cada uno vivimos la sexualidad a nuestra manera. (DISCASEX)
Infórmese de:
Declaración de los derechos sexuales
Redacción y diseño: Byron Pernilla
Lo escrito en este documento, referencias y/o enlaces, no son prescripción médica, ante cualquier duda, consulte a un médico colegiado.
ASODISPRO
Personas Productivas con Discapacidad